Cobijo Camijanes

Tu espacio de fauna en su estado y hábitat natural

miércoles, 21 de abril de 2010

La montaña palentina

En estos días primaverales en que los animales están especialmente activos, es uno de los mejores momentos para acudir a la montaña y disfrutar de la fauna. Una de las principales razones para gozar de la naturaleza  estos días es la incertidumbre de lo que te puedes encontrar por el campo y si acudes a la montaña palentina se intensifica aún más.
La primavera es época de lluvias y el deshielo se hace patente en las numerosas charcas estacionales que se forman en las praderas colindantes a los valles.En estas masas de agua que aprovechan algunos anfibios para realizar su puesta, nos encontramos la primera sorpresa del día; el sapillo pintojo ibérico. Raro de observar por estas zonas, esta especie se va haciendo hueco por zonas montañosas del norte peninsular, debido a que es más frecuente encontrarlo en lugares inferiores a 1000 metros sobre el nivel del mar.




Sapillos pintojos ibérico (Discoglossus galganoi)

Son fácilmente identificables respecto a otros sapos, ya que son los únicos sapos con la pupila ligeramente en forma de corazón o de gota invertida, además de su característico dibujo en el dorso.




Detalle de sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi)

Las huevas se encuentran adheridas al suelo o a las hojas del fondo de la charca.




Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) con huevas




Lo más satisfactorio para nosotros cuando salimos al campo, es poder contemplar la fauna sin que se percaten de nuestra presencia, es decir, realizar las observaciones a una distancia lo suficientemente grande para conseguir no interferir en la vida de los animales, poder observar sus comportamientos y costumbres naturales que desarrollan  en su medio natural. Esto conlleva a que la gran mayoría de las fotografías que hacemos,sobretodo de mamíferos y aves, no salgan con muy buena calidad debido a que suelen estar tomadas a grandes distancias.


Retomando el tema, hablamos ahora de los ciervos, los cuales aprovechan esta época del año para complementar su dieta con los primeros brotes que aparecen en las verdes praderas primaverales, sin embargo no renuncian a seguir alimentándose en los brezales o en los piornales, lugares que aprovechan para esconderse y echarse durante las horas en las que se encuentra más alto el sol.




Ciervo joven (Cervus elaphus)




Ciervo joven (Cervus elaphus)




Turno ahora para el jabalí, que aunque se encuentra distribuido por toda la península no suele ser fácil toparse con ellos, aparte de que son bastante esquivos, su ciclo de vida es prácticamente nocturno(siendo sus máximos al amanecer y al anochecer) y la presión que ejercen los cazadores sobre ellos, hacen el resto.
Lo que es mas inusual todavía, es tener la oportunidad de poder observarlos mientras duermen o descansan esperando a que transcurra el día para comenzar su jornada al atardecer.
Había que aprovechar esta ocasión, y ahí estuvimos contemplándolos desde lo alto de un ladera durante aproximadamente dos horas.




Jabalíes (Sus scrofa)

Para finalizar dejamos un par de fotografías de dos especies características de la montaña palentina. El acentor común con su andar silencioso entre los arbustos de la mitad norte de la península, aunque en invierno puede aprovechar y ocupar el resto del territorio peninsular.




Acentor común (Prunella modularis)




El águila culebrera llega en marzo a estas montañas para alimentarse principalmente de serpientes, aunque también lo hace de lagartos, lagartijas...




Águila culebrera (Circaetus gallicus)




Os dejamos un paisaje típico de este gran entorno natural.




Montaña palentina




Esperamos que os haya gustado.
Gracias y saludos a todos los que visitáis el blog.

3 comentarios:

  1. Una entrada muy interesante, sobre todo en mi opinión, por la foto de los jabalíes descansando. ¿No os acercásteis más?. Yo habría tenido la tentación.

    Saludos,

    Jesús

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  2. Que tal Jesús!
    La verdad es que no estaba nada fácil para acercarnos, ya que había un piornal bastante denso de camino hacia ellos que nos dificultaba bastante la llegada y la visión de los jabalies.
    Saludos.

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  3. Qué buena la de los jabalíes. Yo apenas los he visto excepto una vez y otra de refilón. Mira que son esquivos, sí, y con ese olfato!! Ni mucho menos me los encontraría descansando.

    Buena entrada.

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