Cobijo Camijanes

Tu espacio de fauna en su estado y hábitat natural

sábado, 2 de abril de 2011

La charca de la biodiversidad

Casi todo el mundo que visita el parque natural de Monfragüe, tiene como principal objetivo pajarear sin descanso. Algunas de estas personas, están tan obcecadas con las aves que son incapaces de valorar otros aspectos que les ofrece la naturaleza del entorno, como puede ser la gran diversidad de herpetofauna. Con esto, no pretendo ofender a todos aquellos que deciden visitar este paraje con el fin de observar las míticas aves del parque, ya que cada uno tiene unos gustos, objetivos o metas diferentes, sino que me gustaría que fuese una reflexión para todos aquellos que infravaloran al resto de especies "que no están de moda" . Me hace mucha gracia todas las personas que dicen que son grandes amantes de la fauna y solo tienen ojos y ganas para observar rarezas o especies que están amenazadas, desvirtuando a todas las demás. Son aquellos, que cuando te ven fotografiando un sapo te miran con cara de circunstancia y te dicen: "que haces, si tan solo es un sapo".
Algo muy parecido, nos ocurrió cuando acudimos ya de noche a una pequeña laguna atraídos por los cantos de los pequeños habitantes de la charca. Justo al encender los frontales, aparecieron los guardas para preguntar que hacíamos a esas horas y por esos sitios. Después de explicarles todo, se fueron extrañados y con caras de no entender porque hay gente que presta atención a "simples ranas o sapos"en Monfragüe. Ahora me toca a mi decir lo que no comprendo de esta gente. Siendo los guardas del parque y sabiendo que el sitio donde estábamos es uno de los más importantes del parque en cuanto a diversidad de anfibios, no tienen ningún reparo en llegar hasta la misma orilla de la laguna con todoterreno, pisando y atropellando una gran cantidad de ejemplares que viven y se encuentran en su hábitat natural como son las praderas aledañas a la charca.


Ranita meridional (Hyla meridionalis)
Como se puede observar en la foto apenas se diferencia la rana de su hábitat, tampoco hace falta ser un lumbreras para saber que sucede si se circula con vehículos por estos lugares.
 No quiero generalizar a todos los guardas de dicho lugar con el tema, pero la impresión general que nos llevamos no fue nada buena, cada uno saque sus propias conclusiones.


Ranita meridional (Hyla meridionalis)


Dejando el tema de lado, vamos a centrarnos en los perjudicados de la jornada.
Es época de celo de la ranita meridional y si se presentan tardes de llovizna, surge la ocasión perfecta. Cuando la noche se cierra del todo, poco a poco se comienzan a escuchar multitud de cantos. Al igual que nosotros, muchas de las ranitas salían de sus cobijos y arrobadas, se acercaban poco a poco a saltos, parando de vez en cuando para intercambiar sus emisiones sonoras. (Como en el juego de marco-polo donde los niños gritan una de las palabras con los ojos cerrados esperando a recibir la contraria y encontrar su paradero).
Una vez allí, se nos presenta un gran espectáculo tanto visual como sonoro. Multitud de estas pequeñas flotan sobre las aguas y sus plantas acuáticas, croando sin cesár.

Ranita meridional (Hyla meridionalis) croando


Ranita meridional (Hyla meridionalis) croando


Ranita meridional (Hyla meridionalis) croando

 A continuación mostramos un vídeo que muestra lo mencionado anteriormente, aunque la calidad visual al subirlo se ha perdido totalmente.




La ranita meridional puede confundirse con su "prima-hermana" la ranita de san antonio. Su gran diferencia, es que la de san antonio tiene las franjas negras laterales que recorren por todo el costado y un poco en la espalda a la altura de las patas traseras, mientras que la linea de la meridional se pierde en el cuello al llegar a las extremidades anteriores.
Compartiendo hábitat con la meridional, encontramos a la rana verde, en sus dos versiones cromáticas (verde y marrón).


 Rana verde (Pelophylax perezi)


Rana verde (Pelophylax perezi)


 El tritón pigmeo aparecía y se desvanecía entre las algas de la laguna, mostrando un comportamiento más esquivo que sus vecinos los anuros. Puede confundirse fácilmente con el tritón jaspeado, una de las diferencias más notables estriba en la distribución de las manchas negras de su piel. En el pigmeo suelen ser menos abundantes, de morfología circular y aparecen de forma más aislada ( sin llegar a unirse de forma general), mientras el jaspeado presenta unos dibujos en su cuerpo del mismo color pero más alargados y unidos entre sí. Dejamos la imagen testimonial de la presencia del endemismo Ibérico.


Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)


Por las proximidades, pero más cercano a los caminos que a los cursos de agua, nos sorprende el sapo corredor, con su detallado ojo y la punta negra de sus dedos, denominados callosidades nupciales.  Estos últimos característicos de la época de celo.


Sapo corredor (Epidalea calamita) (pinchar sobre la foto para captar el detalle)


No tardó el corredor, en hacer alusión a su nombre , correteando para perderse entre las hierbas a toda prisa.


Sapo corredor (Epidalea calamita)


Sapo corredor (Epidalea calamita)


Como pudimos comprobar, este entorno presenta una gran biodiversidad en todos los aspectos. Esperamos haber despertado el interés de los más reacios hacia este sector de la fauna y haber también, agradado a los que ya disfrutan con ello.
Gracias a todos por visitarnos de vez en cuando,
Un saludo.

1 comentario:

  1. Muy buena la foto de la rana cantando!!! vaya con los guardas atropellando ranas, me recuerdan a otro que también atropellaba salamandras por irse de fiesta y dejarnos tiraos.... Enhorabuena por las fotos y el nuevo diseño del blog. Un saludo!

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