Águila calzada (Hieraaetus pennatus) con gazapo de presa
Águila calzada (Hieraaetus pennatus) con presa
Pocas fueron las veces que vimos llegar a la rapaz con la comida. Y es que, cuando escasea el alimento, de los dos pollos que en un principio nacen, solo uno de ellos consigue sobrevivir al proceso de maduración. Como ocurrió en el nido de calzada que hemos estado siguiendo en los meses veraniegos, ya durante dos años. En este último, en una ocasión pudimos observar las dos crías completamente blancas. Ya que se veía con más frecuencia a una de ellas (la más espabilada y por ello la que conseguirá salir adelante).
Águila calzada (Hieraaetus pennatus) con una cría
Mientras una de las crías mudaba su plumaje y desarrollaba unas potentes alas, la otra dejó de verse por completo.
Cría de águila calzada (Hieraaetus pennatus) con las primeras mudas
El padre de este pollo es de coloración clara (como se ve en las primeras fotos) y la madre, como se ve en el nido, es de tonalidad oscura. Poca muda le quedaba al ya juvenil la última vez que le vimos, pero parece que ha sacado la genética de la madre.
Juvenil de águila calzada (Hieraaetus pennatus) en su nido emplumado
El seguimiento del nido lo hicimos a una distancia considerable, garantizando así su posterior regreso al nido a la vuelta de la próxima migración. Al intentar fotografiar algún suceso en el nido, nos fuimos dando cuenta de lo bien ubicado que estaba. Para empezar, solo se puede observar desde un sitio ( desde otras posiciones tapan el tronco, otros árboles o no hay altura suficiente). Además, pocas veces entra luz en el nido y cuando lo hace es tan dura que poco se consigue hacer. Y para finalizar, hay un contraste de cielo blanco dificilmente evitable.
Más que como aporte fotográfico, en esta entrada queríamos resaltar algunas fechas clave:
14 de mayo - primer avistamiento de la calzada hechada ya en el nido incubando los huevos.
10 de junio - Se diferencia por primera vez la cabeza de una cría tímida que consigue asomarse al nido.
26 de junio - primer y última observación de dos crías en el nido.
10 de julio - Queda claro que solo queda un polluelo que ya tiene alas bien formadas y un plumaje intermedio que recuerda ligeramente al del águila pescadora.
28 de julio - Ya puede confindirse con sus progenitores, por lo que puede afirmarse una nueva generación de águila calzada en los pinares vallisoletanos.
Gracias por la visita, esperamos que vuelvan a utilizar este mismo nido un año más, y que tanto la historia como los datos albergen curiosidad. Un saludo.